La Escuela Municipal de Arte Dramático “Angelina Pagano”: 41 años formando actores para la comunidad marplatense (1979 – 2020)
Artículo escrito por la Prof. Beatriz Sanchez Distasio al cumplirse los 30 años de la EMAD.
En este trabajo, nos proponemos reseñar la trayectoria de la Escuela Municipal de Arte Dramático “Angelina Pagano“ (EMAD) de Mar del Plata, que a lo largo de 30 años dedicada a la formación de actores, demostró su inclaudicable compromiso docente, como respuesta a los estrechos vínculos mantenidos con la comunidad local, a la que supo interpretar, pulsando sus necesidades y aspiraciones. Esta responsabilidad social permitió a la EMAD adecuarse a posteriores cambios en lo pedagógico – administrativo e institucional, incorporando experiencias superadoras, tendientes a jerarquizar la profesión. Tomaremos entonces, las dos etapas de su propuesta pedagógica: la formación de actores, desde su creación en l979 por Ordenanza Municipal, hasta l998, año en que se implementa la docencia teatral; dependiendo a partir de ese momento de la Dirección de Educación Artística de la Provincia de Buenos Aires (DEA), en la aplicación y supervisión de Planes de Estudio, y reconocimiento de títulos. La nueva oferta satisfacía un viejo reclamo: sumar al bagaje de conocimientos técnicos y artísticos, la inserción laboral de los egresados en todos los niveles de la Educación, según establecían la Ley Federal de Educación de l994 – reemplazada luego por la Ley de Educación Nacional – y la Ley Provincial de Educación, que incorporaban el teatro, a la estructura curricular de las diferentes etapas formativas. Sin embargo, el cambio que se operaría a partir de l998 implicaba también un desafío para la EMAD, pues era preciso cumplimentar las exigencias requeridas por la Dirección de Educación Artística de la Provincia de Buenos Aires, como mencionaremos oportunamente. La creación – en el año l979 – de la Escuela de Arte Dramático “Angelina Pagano” surge de una Ordenanza Municipal, la 4479, registrada en el Expediente 3l.338/ 79, donde se establece que dependerá de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de General Pueyrredón. Es preciso agregar – para dimensionar la importancia de la disposición – que su apertura reunía condiciones inmejorables para satisfacer las demandas de una comunidad – aficionada al arte teatral – que carecía hasta ese momento de una 155 institución gratuita, que tuviera una propuesta educativa sistematizada; y que contara con el respaldo y supervisión de un ente oficial que legitimara su funcionamiento y la expedición de títulos. Se iniciaron las actividades el mismo año de su creación, con la Dirección Interina del Sr. Enrique Ryma, quien pone en vigencia un Plan de Estudios provisorio de tres años de duración, que otorgaba a los egresados el título de Actor-Actriz. La convocatoria institucional tuvo una importante repercusión en el medio local puesto que desde el comienzo de sus ciclos regulares, hasta 1982 en que cambia la Dirección de la escuela, habían egresado dos promociones de actores; quienes montaron varios espectáculos en lugares emblemáticos de Mar del Plata, con nutrida presencia de espectadores. Con estas muestras públicas, la EMAD inició los primeros vínculos con la ciudad, que iría consolidando progresivamente; y que operaron como estímulo para abordar su propia transformación educativa. En 1982 la Secretaría de Cultura Municipal llamó a concurso abierto de antecedentes y oposición de proyectos para cubrir la dirección de la EMAD. El Jurado, integrado por los Sres. Osvaldo Bonet, Agustín Arezzo, Julio Ordano y la Sra. Alejandra Boero, seleccionó-entre los postulantes- al Sr. Antonio Mónaco, que ganó el concurso con un proyecto pedagógico sólidamente fundamentado, obteniendo así la Dirección de la Institución, que conservó hasta febrero del año 2002. El Plan de Estudios que se implementó a partir de 1982, con una duración de tres años, encauzaría definitivamente la carrera, centrando la formación del actor en materias troncales específicas de la actividad escénica: Interpretación- que duplicaba la carga horaria respecto de las restantes- Expresión Corporal y Foniatría; complementadas con Acrobacia en 1ºro y 2ºdo año, y Mimo en 3ºro (reemplazando a Danza Moderna). La revisión constante a la que estuvo sujeto el Plan de Estudios , con el fin de optimizar la preparación de los alumno, llevó al Director a incorporar Lenguaje Musical y Canto Coral, por entender que fortalecería la sensibilidad estética del estudiante, y el concepto de grupalidad, esencial en la actividad teatral. La acertada inclusión de la asignatura llevó a la creación del Coro “Gaudeamus” de la EMAD, que fue conducido desdés 1991 hasta el año 2004 en que se disuelve, por la profesora Ana Bona. Las modificaciones del Plan Originario fueron aprobadas en 1984 –cuando la institución pasó a depender de la Secretaría de Educación Municipal- y ratificadas en 1987, en que Antonio Mónaco obtiene la titularidad del cargo. Este plan definitivo se aplicó hasta 1998 – en que se inicia la segunda etapa en la historia de la EMAD- con gratificantes resultados para la institución, reconocidos y valorados por la comunidad marplatense. Como mencionamos antes, el cierre del proceso formativo de los estudiantes concluía con un espectáculo, que luego pasaba a integrar la cartelera teatral del verano, en alguna de las dos salas municipales del entonces Centro Cultural Juan Martín de Pueyrredón – hoy Osvaldo Soriano- para las que concursaba con otros elencos. En los años 1987, `88 y `89 las muestras del ciclo Teatro-Café-Teatro se realizaron en una salita teatral acondicionada para tal fin, en el 2ºdo piso de un edificio de 20 de Septiembre y Moreno, donde funcionó la escuela en una de las nueve mudanzas a las que estuvo condenada la EMAD, por carecer de un espacio propio. Situación que aún hoy no se ha resuelto. Muchos de los espectáculos montados a lo largo de su trayectoria participaron de los Encuentros Teatrales locales y nacionales, recibiendo distinciones y premios, como el Premio Estrella de Mar, en los rubros Mejor Espectáculo, Mejor Actor o Mejor Actriz marplatenses. Cabe mencionar el Premio Hipocampo 2000, otorgado en reunión especial del Club de Leones de Mar del Plata, por reconocer a la EMAD como “formadora profesional de excelentes actores y actrices, que rinden homenaje al teatro argentino.” El presente trabajo, acotado en extremo para esta exposición, nos obliga a una apretada síntesis, dejando de lado la mención de otras acciones destacables realizadas por la escuela, como el taller de Entrenamiento y Perfeccionamiento Actoral para egresados y actores independientes, cuyo fin era integrar experiencias, enriqueciendo el quehacer teatral de la ciudad. Otra actividad importante fue la convocatoria hecha a la comunidad teatral marplatense, para participar en un Concurso de Proyectos y Antecedente en Teatro para Adultos, para la Producción de un Espectáculo de Autogestión Asistida. Entre las exigencias reglamentarias, se mencionaba como condición que el 50 por ciento de los integrantes del grupo fueran actores egresados de la EMAD. Hubo dos ediciones de la convocatoria, una en 1997 y la otra en 1999, compartidas con el Centro Cultural Juan Martín de Pueyrredón, la primera; y con el Centro Cultural Auditórium y Teatro Payró, y con el Foro Cultural del Centro Médico, el 2ªdo llamado. Los proyectos ganadores recibieron un subsidio en concepto de gastos de producción; y fueron montados –como se había acordado- en las salas teatrales de los Centros nombrados. En el año 1997, el espíritu de crecimiento de la EMAD encontró en las innovaciones propuestas por la Ley Federal de Educación de 1994, la oportunidad para encarar una transformación en su oferta educativa, pues el documento ministerial incorporaba el Teatro en todos los niveles del Sistema Educativo Nacional; procediendo en el mismo sentido el Sistema Educativo Provincial, del que dependería luego la Escuela de Arte Dramático. El primer paso estaba asegurado, ya que la EMAD era la única institución en el partido de General Pueyrredón y en su zona de influencia, que contaba con una estructura pedagógico-administrativa organizada; con veinte años de experiencia docente y un prestigio ganado, y que dependía en su funcionamiento y supervisión de un ente oficial-la secretaría de Educación Municipal-. Sin embargo la situación exigía cambios profundos, que no se limitaban a lo estrictamente pedagógico o administrativo, sino también a la conformación del Cuerpo Docente, al que se le exigía titulación en la disciplina, en un 75 por ciento de la totalidad de profesores. La Planta Funcional debía modificar su diseño, puesto que se incorporarían el área pedagógica y otras especialidades –algunas de difícil cobertura- que demandarían concursos de proyectos para cubrir los cargos. El espacio escolar no constituyó un tema menor. Satisfacer las exigencias de las autoridades provinciales, se sumaba a las propias carencias de la EMAD, que reclamó desde su creación un espacio propio para desarrollar las tareas. La Escuela de Arte Dramático –y es necesario decirlo- debió luchar durante treinta años de actividad con la indiferencia e incomprensión de las autoridades municipales de turno, con contadas y reconocidas excepciones; y con la inconfesada intención de condenarla al cierre, por presiones ajenas a los intereses educativos. Sin descontar la inoperancia de algún funcionario, que es otra forma de omisión. A pesar de los múltiples y serios inconvenientes, una vez más la institución superaba los escollos por decisión y voluntad –y esto es preciso subrayarlo- de su Equipo Directivo, integrado por Antonio Mónaco y Beatriz Sánchez Distasio; de su Cuerpo Docente y del alumnado. La comunidad institucional en su conjunto, emulando a Sísifo, superaba el desaliento y emprendía nuevamente el camino fijado. En el año 1998 se abre el Magisterio de Teatro, carrera docente de Nivel Superior, de cuatro años de duración, incluyendo el ciclo Preparatorio anual, previo a la formación de grado. Desde esa fecha, la Dirección de Educación Artística de la Provincia de Buenos Aires (DEA) supervisa y expide los títulos. En esa oportunidad, la EMAD invita a los egresados de Formación Actoral a sumarse a la nueva propuesta; convocatoria que tuvo una entusiasta respuesta. La incorporación en el Magisterio de Teatro de egresados de diferentes promociones de actores, significó un trabajo intenso por parte del cuerpo directivo de la EMAD. En esa ocasión debió confrontar Planes de estudio: el Municipal y el Provincial, para señalar la igualdad de carga horaria en las materias troncales, y demostrar la correspondencia de asignaturas, a pesar de la diferente denominación de las mismas. Resuelto este aspecto esencial, la DEA aprobó la propuesta de incorporar actores egresados de la EMAD, a la experiencia docente, reconociendo por equivalencias las asignaturas cursadas y aprobadas en el plan municipal. Al cambiar la DEA, en el año 1999 el Magisterio por el Profesorado en Teatro –actualmente vigente- se produce una nueva modificación en la estructura de la carrera docente, y un nuevo desafío para la institución: la reconversión en el año 2000, de alumnos de 1ºer año del Magisterio de Teatro, para que se insertaran en el ciclo lectivo 2001, en el 2ºdo año del Profesorado en Teatro. Esta situación obligó a la EMAD a organizar y confeccionar el Plan de Reconversión que debía aprobar la Dirección de Educación Artística, como efectivamente lo hizo. La tarea demandó preocupaciones, esfuerzo intelectual, tiempo y mucho trabajo. Se implementó un régimen complementario de carga horaria a contra turno durante la semana; y actividades quincenales los días sábados. La docencia teatral ofrecía inserción laboral en sus egresados y les permitía volcar sus conocimientos en el aula, cumpliendo con una convicción de la institución, reafirmada en el día a día de la tarea docente: la escuela es el ámbito propicio y privilegiado para acceder a través de la experiencia artística, a otra forma de conocer la realidad, que permite el crecimiento y enriquecimiento del individuo. En el año 2007, la EMAD integra el grupo de Institutos de Educación Superior, que recibió la Acreditación Plena por parte de la Comisión Evaluadora Provincial (Resolución Nº 317 del 27/02/07 y Anexo IV), reconocimiento imprescindible para la obtención, a nivel nacional, de la validez de su propuesta pedagógica. Esta exigencia del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, tuvo respuesta favorable en la Resolución 790, firmada por el Lic. Daniel Filmus, que otorgaba la validación nacional de títulos expedidos por la institución). Creemos que sólo podemos dimensionar la importancia del hecho, si mirando hacia atrás no perdemos de vista las dificultades que la EMAD debió superar para instalarse en ese presente promisorio. Dificultades que no obedecían a incapacidad académica u organizativa, sino a exigencias provinciales de índole administrativo – pedagógicas, ajenas – o diferentes – a la estructura del Sistema Educativo Municipal, en el Nivel Superior. El nuevo logro de la EMAD significó retomar una vieja aspiración, largamente postergada: la recuperación de la Formación Actoral, modalidad que había perdido al adoptar la docencia teatral en 1998, para satisfacer la demanda de profesionales idóneos que cubrieran la especialidad Teatro, en la nueva estructura curricular propiciada por la Ley Federal de Educación de 1994. En varias ocasiones la EMAD había manifestado a las autoridades municipales, la necesidad de retomar la formación del actor. En el año 2001 se realizó una reunión entre el entonces Secretario de Educación, Lic. Néstor Cecchi, y una comisión de alumnos y docentes de la institución, presidida por Antonio Mónaco quien era en ese momento Director de la escuela. Las consideraciones expuestas ante el Secretario de Educación, peticionando la apertura de la Tecnicatura en Actuación Teatral tuvieron una entusiasta respuesta por parte del Lic. Cecchi. En el curso del encuentro solicitó a los colaboradores que lo acompañaban, trabajar sobre el tema, junto al Cuerpo Directivo de la EMAD. Sin embargo, posteriores cambios de gestión frustraron aquel primer intento. Pasado el tiempo, y dadas las condiciones favorables, por coincidencias compartidas por Autoridades de Educación Municipal, la EMAD y la intervención del Inspector de Educación Artística Provincial, Prof. Gustavo Loureiro, surge el firme propósito de abrir la Tecnicatura en Actuación Teatral. Esta decisión se concretó el 17 de abril de 2007, entre el Inspector Loureiro, el Subsecretario de Educación Municipal, Prof. Sebastián Puglisi; la Supervisora, Prof. María Silvia Gambini; y la Directora de la EMAD, Prof. Beatriz Sánchez Distasio. En el encuentro se acordó realizar acciones para poder implementar la Tecnicatura durante ese ciclo lectivo. Fueron informados de inmediato- como se había establecido- profesores, alumnos y personal no docente, puesto que todos estaban involucrados en el tema, y el compromiso de cada uno permitiría lograr el objetivo fijado. La inminente concreción de un viejo deseo se vio malograda a los pocos días, pues la DIPREGEP- Dirección de Gestión Privada Provincial- requería respetar una serie de pasos cuya conclusión debía ser el 30/10/07, con el documento enviado a La Plata. Esta inesperada respuesta – lejos de desalentar a docentes y alumnos – reforzó su entusiasmo, programando y realizando actividades públicas de Extensión que estimularan el proyecto a concretar en 2008, como ocurrió. La apertura – en el ciclo lectivo 2008 – de la Tecnicatura en Actuación Teatral era el justo reconocimiento a una institución, que desde su creación en l979, había dado a la comunidad marplatense, actores con una sólida formación. Confirman estas afirmaciones, los nombres prestigiosos que pasaron por sus aulas, con presencia escénica permanente en el teatro local. Actores merecedores de premios y distinciones; muchos de ellos integrantes y responsables de talleres y Centros Culturales en donde se desarrollan experiencias actorales y artísticas. Un argumento definitorio a favor de la inclusión de la Tecnicatura en actuación Teatral es – sin duda – la importancia de Mar del Plata como centro de actividades Teatrales. En las temporadas veraniegas se dan cita en la ciudad, compañías provenientes de todo el país, y aun del extranjero, a partir de una variada oferta estética, esperanzadas en obtener el Premio Estrella de Mar. La convocatoria teatral no decae y se reitera a lo largo del año. Durante el receso de invierno tienen lugar los encuentros de Teatro Marplatense, a los que se suman los Encuentros Nacionales; los Festivales Teatrales, y los Ciclos anuales de teatro por la Identidad. A estas referencias debemos incluir la cartelera local, con las ofertas artísticas de las salas oficiales y privadas, de grupos independientes, y los Centros Culturales que organizan cursos regulares de formación y entrenamiento actorales, convocando incluso a figuras destacadas en la especialidad y en las Artes Escénicas. Concluido el período fijado para este trabajo, abarcador de 30 años en la historia de la EMAD, sólo agregaremos que en el año 2009 – iniciado el 2do año de la Tecnicatura – y en el marco de los festejos por los 30 años de vida institucional, se homenajeó a los tres Directores que estuvieron al frente de la escuela: Enrique Ryma, Antonio Mónaco y Beatriz Sánchez Distasio. Hubo palabras alusivas y se colocó una placa recordatoria, en medio de un clima de afecto, que reunía a aquellos docentes, personal no docentes, y alumnos que hicieron posible la experiencia.
Conclusiones:
- La EMAD desde su creación hasta el presente, asumió el compromiso de formar actores y docentes teatrales atentos a la realidad social y cultural de la comunidad.
- Mantuvo una relación estrecha con el medio local, interpretando sus necesidades culturales, para satisfacerlas.
- El compromiso con la comunidad y su vocación docente permitieron su transformación, mejorando las propuestas educativas y el profesionalismo de sus egresados.-
Fabiani, Nicolás Luis (Compilador) Actas XIII Jornadas Nacionales de Estética e Historia del Teatro Marplatense 1a ed. – Mar del Plata: Grupo de Investigaciones Estéticas de la UNMdP, 2010. CD-ROM. – (páginas 154 a 161).